(escuchando “Epoch” de Tycho)

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Hay algunas veces, donde la incertidumbre cae de peso. Podría aplicar un sinfin de elementos que inundan la mente, pero solo mencionaré uno: el des-conocer el tema.
A lo largo de 16 años dentro de este mundo del diseño, el miedo al fracaso estuvo inmerso todo el tiempo.

¿Por qué no abrazar el miedo como tu maestro?

Cada persona tiene distintos modos de reacción. En un caso particular y personal, no había aprendido algunos “hacks” de vida.
Entre los factores “comunes” tenía: falta de concentración, overthinking, fracasos no resueltos (y evaluados) y un laaargo etcétera. La vida fue conduciéndome (y expandiendo) los distintos niveles de conocimiento.

En primer lugar, aprendí a callar y a escuchar las olas del viento en todas las direcciones. No todos los sonidos son ruidos. Pareciera un acertijo sin aparente conexión, pero ¿hace cuánto tiempo no le dedicas a escuchar los ruidos de tu entorno? ¿de la naturaleza? Los “ruidos ambientales” se fueron haciendo cotidianos y los elementos sorpresa, perdieron la efusividad. Decidí cambiar hábitos. Correr los últimos 500 metros sin audífonos. Escuchar mi respiración. Detenerme y volver a sentir. Llorar y detenerme. Reír y sentarme. Volver a vivir.

Re-descubrí el aplauso de una sola mano.

Regresé a la Filosofía y por supuesto que el primer deber ser fue retornar a las páginas de Aristóteles, Platón, Maquiavelo, Schopenhauer y demás. Ahora incluyo dentro del repertorio a Mitcham, Makarenko, Hirschman y Piketty.

Las cosas no deberían volverse mecánicas y monótonas.
¿Qué hacer?
Leer. Ir al cine. Disfrutar de las galerías. Escuchar nueva música. Caminar y observar. Escribe tus experiencias.
Re-aprende a conectarte con el lápiz y el papel. Jamás estarán fuera de moda. Darle la vuelta a las rutinas. Conocer gente. Entender tus emociones y aprender a liberarlas.
No te desquites con el mundo. Aprende amar a tus amigos. Aprende a perdonarte.
Si las lágrimas te agarran en público, libéralas. Libérate.
Abraza a tu familia. Besa a tu pareja. Entiende a tus hijos.
Nada es para siempre.
Re-aprende a decir te amo.

Comparto esto, por que he fracasado como ser humano. Me caí las veces necesarias. Defraudé amigos y familia. Otros, han dado el “otro salto”. Lo he llorado, sufrido y aterrizado en otros procesos creativos.
Volví a escribir “poemas” y microcuentos. Me encantaría regresar a la fotografía. Pero, todo nuevo reinicio, necesita un plan.

¿Y la esperanza?

Sigo trabajando arduamente para mejorar los procesos.
La vida te da las clases en crudo.
Nuestro deber ser, está en analizar y compartir. Aprende de re-conocer tus habilidades y entiende cómo diantres vas a luchar con tus demonios. Re-aprende a pedir ayuda.

Constancia.

Evalúa tu desempeño. Lleva una bitácora de tus actividades y fija metas.
¿Qué métodos se puede llevar?
Una mezcla de tus fortalezas y maximizar los esfuerzos en tus debilidades.
Vierte tu esfuerzo más allá y aprende a detenerte. A respirar y a fluir.